La particularidad más evidente de este proyecto es la inspiración en el mundo del mar. El arquitecto concibió los tejados de las casas, construidas con zinc, con formas
curvas que dibujan el perfil de una ballena en el mar.
El gris del hormigón visto de la fachada nos transporta también a las tonalidades de las profundidades marinas, y en el interior de la casa, volvemos a ver esta inspiración en los techos, de formas redondeadas.
El proyecto se distribuye trasladando la zona de noche a la planta baja, con todas las habitaciones con vistas hacia los exteriores ajardinados y piscina. En la primera planta encontramos la zona de día, con una iluminación y vistas espectaculares hasta Collserola en el horizonte.
A través de su empresa de instalaciones Serintalt, Construcciones Altayó también se ocupó en este proyecto de la instalación de techo radiante refrescante, producido por geotermia. Todo un reto en estas casas al tener los techos del interior de forma curva.
Con solvencia técnica. Con experiencia.
Con creatividad. Con empatía.
Con pasión por el detalle.